Este verano ha caído en nuestras manos esta conferencia del ilustrador Puño. Tiene unos años y iba dirigida, en principio, a un público especializado y profesional. Nos la recomendaron y la verdad es que han sido unos 45 minutos muy bien invertidos. Y para nada es una conferencia técnica. Se hecho, apenas habla sobre su trabajo.
Habla de nosotros, los mayores que un día dejamos de dibujar. Y eso más o menos viene a ser lo mismo que dejar de jugar. Porque dejamos de dibujar por la misma razón por la que dejamos de dibujar: porque crecemos. Y porque creemos que eso ya no va con nosotros.
Dice la especialista en juegos y creatividad Imma Marín que cada vez los niños dejan de jugar antes. Y eso no es una buena noticia.
¿Por qué lo hacemos? ¿En qué momento decidimos que ya no sabemos dibujar o que eso de jugar ya no va con nosotros? Igual es cuando el miedo vence según qué batallas. ¿Por qué dejamos de dibujar y no de escribir? ¿Quién dice que eso que haces tú no es un buen dibujo? ¿Por qué estamos metiendo tantas barreras y tantos temores a los niños? Ah, los clichés, cuánto daño están haciendo.
No tenemos tiempo para jugar, no tenemos tiempo para aprender a dibujar (como si lo hubiésemos olvidado) y no tenemos tiempo para ver charlas como esta. Nosotros os proponemos un juego: lo veis, invertís los 45 minutos y si no os mola, la próxima partida corre de nuestra cuenta.
¿Hace?