La gamificación y la importancia del juego en el trabajo (II)

La semana pasada ya os hablamos de la gamificación he hicimos una introducción de cómo funciona, cuales son sus objetivos y lo que podemos conseguir aplicando la gamificación en el trabajo. (Aquí)

En este segundo post vamos a hablar de todo lo que tenemos que tener en cuenta para llevar a cabo un plan de Gamificación y las partes que hay que tener en cuenta para que el plan sea el mejor en base a los objetivos marcados.

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¿Cómo establecer un plan de gamificación?

A- Lo primero que deberemos establecer son las mecánicas de juego. Es decir, las reglas que consiguen que la actividad parezca un juego y así conseguir la participación y el compromiso de las personas implicadas.

Las mecánicas de juego más destacables son:

  • Recolección: Se usa la afición de coleccionar de los usuarios.
  • Puntos: Incentiva al usuario a través de un sistema de puntos con el que consigue premios o prestigio.
  • Clasificaciones: Los usuarios pueden ir viendo la evolución de sus logros y su implicación en la actividad. Explota el espíritu competitivo.
  • Niveles: Niveles que miden la implicación del usuario y le permiten distinguirse del resto.

B- Lo siguiente a tener en cuenta son las dinámicas del juego. Se trata de aquellos aspectos y valores que influyen en cómo la persona percibe la actividad y suelen ser seleccionadas según el propósito que se persigue. (progresión, compromiso, productividad, compañerismo)

  • Recompensa: Incentivo para llevar a cabo una actividad que atrae más al jugador.
  • Reconocimiento: Una persona se distingue de las demás -por una buena estrategia-.
  • Autoexpresión: El jugador quiere expresar su personalidad, autonomía y originalidad ante los otros jugadores.
  • Competición: Cuando el juego tiene como resultado una clasificación de los participantes.
  • Juego cooperativo: Los jugadores no compiten sino que se esfuerzan por conseguir un mismo objetivo. (compañerismo)

C- Y sin duda debemos tener en cuenta con el tipo de jugadores que contamos y a los que dirigimos el plan, ya sea individual o colectivamente.

  1. Ambicioso: Su motivación es ganar y conseguir ser el primero en la clasificación.
  2. Triunfador: Jugador aventurero cuya motivación es la de continuar descubriendo nuevos niveles y superar los objetivos marcados.
  3. Sociable: su motivación es social, compartir con los demás o crear una red de contactos.
  4. Explorador: Jugador al que le gusta descubrir lo desconocido, le atraen los retos complejos y su motivación es la autosuperación.

Todas estas pautas son esenciales para que nuestro plan de gamificación sea efectivo y así poder medir los buenos resultados que hemos conseguido aplicando las técnicas de juego en nuestra empresa, en el colegio o donde necesitemos.

Ahora, ya estás un paso más cerca de que tu motivación y la de tus empleados aflore y aporte buenos resultado a tu trabajo y a tu empresa.

Pero esto no acaba aquí, la semana que viene os seguiremos contando algunos secretos sobre la gamificación.

Foto de juegos.com

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