La Tabla de Recompensas es la herramienta perfecta para que los peques de la casa aprendan y se acostumbren a hacer sus tareas, sobre todo a la vuelta de vacaciones que a todos nos cuesta un poquito más volver a la rutina.
Está pensada para dos niños, para que cada uno tenga su propia puntuación, pero puede usarla solo uno.
La tabla cuenta con 11 tareas y 9 recompensas. 70 estrellas para señalar los logros y un rotulador con borrador para que podáis escribir los días de la semana, sus nombres y las estrellas que deben conseguir para obtener la recompensa.
Durante la semana, los niños irán colocando sus estrellas a medida que cumplan las tareas asignadas.
¡Si al acabar la semana han cumplido el objetivo marcado tendrán su recompensa!
¿A que es chulo?
Pues si queréis probarla, esta es vuestra oportunidad, porque tenemos un SORTEAZO en marcha 😀
Para ganar una Tabla de Recompensas solo tenéis que:
1. Darle like a nuestra página de Facebook
2. Poner en los comentarios de la publicación cual es la rutina que más les cuesta a vuestros peques.
3. Compartir la publicación de forma pública en tu muro para que tus amigos también puedan participar.
Tenéis hasta el día 4 de octubre para participar y el jueves 5 anunciaremos el ganador.
¡Suerte!
Ya sabéis que desde que empezó la vuelta al cole nos hemos volcado con la concienciación de hacer ver que más deberes no significa mayor rendimiento, sino todo los contrario. Y así lanzamos nuestra campaña #Deberes4Horas. –Podéis verla aquí–
Pero desde hace ya algunos años son muchas las organizaciones y grupos de padres que se han volcado en intentar conseguir que se reduzcan las horas de deberes de nuestros hijos y que tengan más tiempo libre para poder dedicarlas a otras actividades que les gusten o por la que tengan curiosidad, para jugar con sus amigos en el parque, leer e incluso aburrirse. Pero sobre todo para desconectar y llegar al día siguiente al cole con más ganas.
Ahora, ha sido una propia madre la que hace apenas un mes puso en marcha una petición en change.org, la plataforma social de peticiones más grande del mundo, para recoger firmas a favor de la racionalización de los deberes en el sistema educativo español. Con casi 185.000 firmas, Eva Bailen ha conseguido llegar a una gran cantidad de medios de comunicación y hacer eco de la noticia gracias a un video que se ha hecho viral y que mira desde otra perspectiva en cuanto al tiempo que los niños dedican a hacer deberes después del horario escolar.
Pero como en todos los ámbitos, hay opiniones de todo tipo y de esto nos hemos dado cuenta a través de vuestra participación en redes sociales, creando debate y compartiendo la opinión personal de cada uno, algo que nos encanta.
Muchos padres o profesores piensan que eliminar los deberes de los escolares sería una equivocación porque no cogen hábitos de estudio o no se acostumbran a unas responsabilidades o una rutina.
En Cayro sabemos que esto es importante para la enseñanza de los más peques, pero no olvidemos que siguen siendo niños, que necesitan dar rienda suelta a su imaginación y creatividad y esto no siempre se consigue haciendo deberes, sino dejándoles jugar. Porque a través del juego también se aprende, es una herramienta indispensable para su desarrollo intelectual y social.
Con esto no estamos diciendo que deberían eliminarlos por completo, pero sí considerar la cantidad de tiempo que siguen empleando en casa después de todo el día en clase. Porque evidentemente ellos también necesitan poco a poco ir cogiendo responsabilidades, pero debe haber tiempo para todo. Es nuestro punto de vista y queríamos compartirlo con vosotros.
Septiembre es un mes de “entrenamiento” para la vuelta a la rutina, pero ahora que ya todo ha vuelto a la normalidad, nuestros hijos van todo el día al colegio y las clases extraescolares también están a la orden del día… desde Cayro nos preguntamos, ¿es necesario que nuestros hijos traigan a casa tantos deberes? o ¿dedicar muchos horas de extra a seguir haciendo trabajo para casa? ¿No será mejor para ellos que desconecten y se diviertan? ¿Jugar?
Son niños, no lo olvidemos.
Así que vamos a rebobinar… Aquellos años en los que nosotros éramos los peques de la casa, cuando volvíamos del colegio y nuestra madre nos preparaba el bocadillo de Nocilla y un zumo para bajarnos directos al parque. A jugar, como toda la vida se ha hecho.
Corríamos, jugábamos al escondite, a las tabas, al tres en raya. Nos convertíamos en piratas, celebrábamos cumpleaños y nos ensuciábamos hasta las orejas de tierra y barro. Y no pasaba nada, al día siguiente volvíamos a clase para seguir aprendiendo. Pero, ¿ y todo lo que además hemos aprendido jugando?
Pero parece que ahora todo se complica. Nunca hay tiempo para nada y los niños van locos de un sitio de a otro. Salen de clase para meterse en otra o sentarse en el escritorio de su habitación para seguir haciendo deberes. Que oye, no estamos diciendo que nos parezca mal que repasen o acaben ejercicios en casa, pero todo con moderación.
Os ponemos un ejemplo. Os vais a trabajar y cuando llega la hora de salir y de volver a casa, cuando piensas que “eres libre” llega tu jefe y te dice que esto, esto y esto lo tienes que traer hecho para mañana… y tu te vas con tu cara de ¿WTF?
Uno de los últimos resultados que ha presentado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo económicos (OCDE) constata que España es el quinto país con más deberes frente al resto de países, con una media de 6’5 horas semanales frente a 4’9 horas. Y ya son muchos los colectivos y asociaciones que están en contra de los deberes, como es el caso de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) a miles de familias agrupadas en 11.000 asociaciones de toda España que están en contra de los deberes y denuncian que se han convertido en “una prolongación de la jornada escolar”.
Desde Cayro queremos hacer esta breve reflexión para ver los distintos puntos de vista y darnos cuenta de qué es lo mejor para nuestros hijos. Siempre hemos defendido el juego como medio de aprendizaje, una forma divertida de que nuestros hijos se entretengan, se diviertan y sin que les suponga una obligación o un esfuerzo, aprendan o repasen lo que están aprendiendo con sus profesores en el colegio. Y así, seguir formando parte a través del juego de la enseñanza de nuestros peques.
Jugar fomenta la creatividad, abre la mente de nuestros hijos a través de pequeños retos, de buscar soluciones, de plantear problemas, escribir, leer y aprender mucho a través del juego. Y un ejemplo de ello es la gamificación en las aulas y también en las empresas, un tema del que ya hemos hablado aquí.
Nosotros queremos empezar a cambiar este “problema” y darle una solución mucho más divertida, ¿te unes a la partida? 😉
El bulling, el acoso por internet, el insulto y la burla entre niños por cualquier cosa está a la orden del día. Lo complicado es ver como habitual esta actitud en la sociedad en la que vivimos, cuando se supone que hemos evolucionado, avanzado y crecido como personas, la realidad es que cada día parece que seamos un poco menos conscientes de la repercusión de nuestras acciones y estamos cada vez más lejos de ponernos en la piel de los demás.
El egocentrismo ha llegado a tal extremo, que ni nos acordamos que convivimos con más personas y somos capaces de pisar a cualquiera que se nos ponga por delante. Incluso aunque solo sea un niño de 12 años.
Es la historia que vivió Juan Sánchez, un niño argentino de 12 años que en sus vacaciones de invierno fue a pasar unos días a su ciudad natal. Y allí, durante unos talleres en la biblioteca de su localidad, Bahía Blanca, fue entrevistado por una cadena de televisión local, en la que el niño habló de sus aficiones, del arte, de su pasión por la lectura y de los gustos de cualquier niño de su edad.
Un año después, la cadena televisiva publicó (como hace con muchos otros programas) la entrevista en Internet. Y aquí comenzó el acoso a través de Internet y las redes sociales con mofas, burlas, memes, vídeos, canciones o tweets con insultos hacia en niño, escondidos detrás del anonimato de la red.
Si escribes el nombre del chico en Google, aparecen más de 200.000 resultados relacionados. Algo que pasa más a menudo de lo que parece, el problema es que esta vez no se trata de un político, un famoso, un actor o futbolista. Se trata de un niño de solo 12 años que no ha hecho más que contestar a unas preguntas. Un vídeo de una entrevista que no tiene nada relevante como para que hayan saltado las alarmas de esta manera y que se hayan lanzado a su cuello sin motivo.
El video es el que vais a ver a continuación. Lo ponemos porque como ya hemos dicho, no tiene nada de excepcional, ni motivos de burla o acoso y es más fácil para que entendáis la situación que vivió el chico.
Al poco tiempo de empezar con el ciberbulling, el famoso dibujante Liniers, quien había visto la entrevista y era consciente del acoso al que estaban sometiendo a Juancito, salió en defensa del chico a través de las redes sociales, se puso en contacto con él y le mandó muchos de sus libros e ilustraciones, apoyando al joven.
Un tema que llegó a tal trascendencia que la propia cadena de televisión salió en defensa del muchacho.
Este es solo un ejemplo de lo que muchos jóvenes se han enfrentado alguna vez a través de redes sociales o Internet. Y en esta ocasión no ha habido nada más que una inofensiva entrevista que se ha convertido en objeto de burla de unos impresentables.
Es por esto que desde Cayro somos muy conscientes del poder que tiene internet a la hora de expandir una noticia, un rumor o un acto que puede perjudicar a cualquiera. Y en este caso los más pequeños y los jóvenes son los más indefensos.
Como padres, debemos ser conscientes de todo a lo que se exponen nuestros hijos y hacerles entender el poder de Internet para que no sufran este tipo de acoso. Pero también debemos e inculcarles unos valores morales para que no sean ellos los que un día insulten, se metan o acosen a otros niños.
Esta es una de esas curiosidades con las que te encuentras, te encanta y piensas, «tengo que compartirlo en el blog». Y aquí lo tenéis. Hablamos de Eve y Ruth, una madre y una hija que se han convertido en un dúo artístico del que se han hecho eco muchos medios de comunicación y del mundo de la pintura y el arte.
Lo curioso no es que sean madre e hija, sino que -y lo que más nos gusta- una tiene 2 años y la otra 26, y aún así se complementan a la perfección para crear obras de arte.
¿Y cómo lo consiguen? La peque pone todo su empeño y creatividad en hacer dibujos y garabatos en blanco y negro que luego la artista Ruth Oosterman -la mamá- retocado dándoles un poco de forma y color. Y así salen pintaras tan bonitas como estas.
La semana pasada hablamos en el blog de una conferencia del Ilustrador Puño, con la que nos hacía pensar y reflexionar sobre en qué momento dejamos de dibujar y por qué lo hacemos –¿Por qué dejamos de dibujar?– Preguntas y afirmaciones que nos hicieron pararnos a pensar.
Pero por suerte las cosas no siempre son «como deberían». Cuando somos pequeños no importa si dibujamos bien o mal, simplemente dibujamos y nos gusta. Pero nos hacemos mayores y sólo podemos hacer cosas de mayores. ¿Y por qué tiene que ser así? ¿Y si a nuestro hijo le apetece pintar con nosotros?
En este caso ella ya se dedicaba a la pintura antes de emprender este juego con su hija pero, ¿por qué no compartir nosotros también aficiones con nuestros hijos? Compenetrarnos, pasar más tiempo con ellos, motivarles y despertar su curiosidad y creatividad en las cosas. Y por qué no, seguir jugando y hacer el vínculo con nuestros hijos un poquito más fuerte.