La semana pasada ya os hablamos de la gamificación he hicimos una introducción de cómo funciona, cuales son sus objetivos y lo que podemos conseguir aplicando la gamificación en el trabajo. (Aquí)
En este segundo post vamos a hablar de todo lo que tenemos que tener en cuenta para llevar a cabo un plan de Gamificación y las partes que hay que tener en cuenta para que el plan sea el mejor en base a los objetivos marcados.

¿Cómo establecer un plan de gamificación?
A- Lo primero que deberemos establecer son las mecánicas de juego. Es decir, las reglas que consiguen que la actividad parezca un juego y así conseguir la participación y el compromiso de las personas implicadas.
Las mecánicas de juego más destacables son:
- Recolección: Se usa la afición de coleccionar de los usuarios.
- Puntos: Incentiva al usuario a través de un sistema de puntos con el que consigue premios o prestigio.
- Clasificaciones: Los usuarios pueden ir viendo la evolución de sus logros y su implicación en la actividad. Explota el espíritu competitivo.
- Niveles: Niveles que miden la implicación del usuario y le permiten distinguirse del resto.
B- Lo siguiente a tener en cuenta son las dinámicas del juego. Se trata de aquellos aspectos y valores que influyen en cómo la persona percibe la actividad y suelen ser seleccionadas según el propósito que se persigue. (progresión, compromiso, productividad, compañerismo)
- Recompensa: Incentivo para llevar a cabo una actividad que atrae más al jugador.
- Reconocimiento: Una persona se distingue de las demás -por una buena estrategia-.
- Autoexpresión: El jugador quiere expresar su personalidad, autonomía y originalidad ante los otros jugadores.
- Competición: Cuando el juego tiene como resultado una clasificación de los participantes.
- Juego cooperativo: Los jugadores no compiten sino que se esfuerzan por conseguir un mismo objetivo. (compañerismo)
C- Y sin duda debemos tener en cuenta con el tipo de jugadores que contamos y a los que dirigimos el plan, ya sea individual o colectivamente.
- Ambicioso: Su motivación es ganar y conseguir ser el primero en la clasificación.
- Triunfador: Jugador aventurero cuya motivación es la de continuar descubriendo nuevos niveles y superar los objetivos marcados.
- Sociable: su motivación es social, compartir con los demás o crear una red de contactos.
- Explorador: Jugador al que le gusta descubrir lo desconocido, le atraen los retos complejos y su motivación es la autosuperación.
Todas estas pautas son esenciales para que nuestro plan de gamificación sea efectivo y así poder medir los buenos resultados que hemos conseguido aplicando las técnicas de juego en nuestra empresa, en el colegio o donde necesitemos.
Ahora, ya estás un paso más cerca de que tu motivación y la de tus empleados aflore y aporte buenos resultado a tu trabajo y a tu empresa.
Pero esto no acaba aquí, la semana que viene os seguiremos contando algunos secretos sobre la gamificación.
Foto de juegos.com