La vida infantil se entristece sin jugar, el juego es la principal actividad que responde a las necesidades de los niños. Con los juegos tradicionales los más pequeños pueden curiosear, inventar, comunicar y actuar libremente. Aprender jugando es mucho más enriquecedor ya que se puede expresar y comunicar.
Nosotros os preponemos ejercitar la interacción entre niños y familiares a través de la diversión que proporcionan los juegos de mesa y los juegos tradicionales, para ayudar a construir la personalidad de los más pequeños de la casa. Los videojuegos y los juegos tecnológicos cada vez estimulan más la pasividad y el consumismo frente a la imaginación.
Debemos considerar que si los juegos tradicionales siguen enriqueciendo las distintas generaciones es porque perdurando en el tiempo satisfacen nuestras necesidades lúdicas y favorecen la cooperación y solidaridad entre nosotros así como el entendimiento mutuo.
Os queremos invitar en estas navidades a seguir creando, imaginando y soñando con juegos de toda la vida.