Esta es una de esas curiosidades con las que te encuentras, te encanta y piensas, «tengo que compartirlo en el blog». Y aquí lo tenéis. Hablamos de Eve y Ruth, una madre y una hija que se han convertido en un dúo artístico del que se han hecho eco muchos medios de comunicación y del mundo de la pintura y el arte.
Lo curioso no es que sean madre e hija, sino que -y lo que más nos gusta- una tiene 2 años y la otra 26, y aún así se complementan a la perfección para crear obras de arte.
¿Y cómo lo consiguen? La peque pone todo su empeño y creatividad en hacer dibujos y garabatos en blanco y negro que luego la artista Ruth Oosterman -la mamá- retocado dándoles un poco de forma y color. Y así salen pintaras tan bonitas como estas.
La semana pasada hablamos en el blog de una conferencia del Ilustrador Puño, con la que nos hacía pensar y reflexionar sobre en qué momento dejamos de dibujar y por qué lo hacemos –¿Por qué dejamos de dibujar?– Preguntas y afirmaciones que nos hicieron pararnos a pensar.
Pero por suerte las cosas no siempre son «como deberían». Cuando somos pequeños no importa si dibujamos bien o mal, simplemente dibujamos y nos gusta. Pero nos hacemos mayores y sólo podemos hacer cosas de mayores. ¿Y por qué tiene que ser así? ¿Y si a nuestro hijo le apetece pintar con nosotros?
En este caso ella ya se dedicaba a la pintura antes de emprender este juego con su hija pero, ¿por qué no compartir nosotros también aficiones con nuestros hijos? Compenetrarnos, pasar más tiempo con ellos, motivarles y despertar su curiosidad y creatividad en las cosas. Y por qué no, seguir jugando y hacer el vínculo con nuestros hijos un poquito más fuerte.
Nosotros hemos seguido jugando.
¿Te apuntas a la partida?