Mañana muchos de nuestros peques vuelven al colegio después de todo el verano de vacaciones, piscina, playa, montaña, horarios descontrolados, helados, juego u mucho más juego. Con amigos, primos, vecinos y en familia, pero un verano de no parar de jugar y divertirse. Y claro, ahora vuelven al cole y el tiempo libre y de juego se reduce considerablemente. Pero ojo, que esto no es el fin del mundo, todo tiene solución.
Lo que debemos tener en cuenta como padres es la importancia del juego en el aprendizaje y crecimiento de nuestros hijos a estas edades. Son unos niños y no podemos mantenerlos siempre ocupados con clases, actividades extraescolares, horas de deporte y más clases. Necesitan tiempo, a parte de para hacer sus tareas de casa, para seguir jugando a lo que les apetezca. Que corran, se manchen, se caigan, vayan al parque, se aburran, inventen, descubran… y si puede ser todos los días un ratito, mucho mejor.
Nosotros, aunque el colegio empiece ya, siempre buscamos algún momento para pasar tiempo en familia, como el rato de después de cenar, por ejemplo. Ahora que sigue haciendo buen tiempo, aprovechamos la terracita para echarnos una partidita al parchís y comprobar que las nuevas generaciones también llevan la diversión en las venas.
Porque aunque muchas veces no nos demos cuenta, el cambio tan repentino de la vuelta al cole, de estar todo el día jugando a volver a las clases y estar quieto más de 10 minutos en el pupitre (que sabemos los revoltosos que pueden ser), puede hacer que a muchos niños les cueste más volver a la rutina.
Además, hay muchos juegos que les ayudan a desarrollar capacidades como la memorización, la creatividad, la atención o el cálculo, y que favorecen el aprendizaje y les ayuda a mejorar en muchas actividades y asignaturas del colegio.
Formapalabras de viaje magnético
Mi primer ajedrez
Tangram
Brainstring
Quizzers
Desde Cayro lo tenemos comprobado, lo mejor para llevar unos hábitos de vida saludables 😉 es no dejar de jugar, sea verano, invierno o primavera; tengamos 10, 35 o 90 años. Porque el juego en familia ayuda a nuestros peques a crecer más felices, motivados y con mayores aspiraciones.
Y tú, ¿a qué juegas?